Sunday, October 22, 2006

Nacer de...


Lo sé, lo entiendo: existís.
Sos tan real como esas lágrimas que no te muestro, como esa pequeña marea que sube cada noche hasta la muralla de mi pecho, cuando tu latido yace lejos de mis sueños interrumpidos.
Te veo, te oigo: y casi creo que no me ves verte, ni me oís oírte. Se que sabemos ser algo austeros a la hora de no estar, y muy simples cuando estamos.
Se, también, que andamos a la caza de los gestos, como dos panteras que se pisan la sombra mientras van viendo un reflejo extraño, opalino, y se van en la misma reflexión de estar y no estar.

Te entiendo, te se ser: existimos. Y cada momento de gravidez oscura que me despierta en la madrugada me lleva de nuevo a pensar en vos, en encontrar esa adicción a los temblores de tus manos, a las fiebres que me dan antes de que amanezca.
Y esa sacudida del cuerpo, del alma, ese deseo de curar tus heridas latentes hacen que me olvide de que mucho tiempo, durante muchas horas, lo único que supe hacer fue ver las cosas morir.

Y ahora, mientras la lluvia cae, mientras el daño en nuestras almas tal vez sea irreparable como un desierto de sombras, quisiera verte nacer en mi costado, en mi carne, en mis costillas, quisiera no verte morir más, quisiera sentirte caer en las tragedias, esquivar esos susurros de serpientes que tanto te hieren los dedos, y darte una, una sola y maldita y pequeña noche, para que descanses y no tengas miedo…
al menos esa misma noche,
en la que yo
no desee
ni deba
ver las cosas morir

2 Comments:

Anonymous Anonymous said...

es terrible Sebas, cómo sabés decir las palabras precisas para transmitir lo que querés transmitir, y por supuesto hundir dagas en los corazones...
te felicito..
me da mucha alegría leerte, saberte bien.
te extraño, por supuesto.

8:24 AM  
Blogger indianala said...

Ese estar y no estar tan posible aun despiertos...
Gracias por dejarte ver pantera...
Un beso.

5:53 PM  

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