Wednesday, April 19, 2006

Carta Nº1


Cambiar, mutar, quedarse a mitad de camino de una noche cerrada. Extender las manos para percibir eso, para buscar aquello que, dicen, cuentan, no existe.
No existe porque nadie lo ve: eso es verdad. Pero si yo lo percibo, si yo veo una sombra un poco más delgada. Si yo conozco su aliento. Si yo entiendo que me habla de una forma, de una manera tan particular… ¿Eso indica que yo habito en un sitio que no existe?

Eso indica que no (en verdad, decilo sin temores) existo.

Eso indica que vos no pudiste ver los sueños que yo sufrí, ni has tenido la realidad tan dulcemente perdida en una noche que no amaneció nunca.

Yo he visto esos seres. Yo soy esos seres. Yo me alimento de esos seres.
Yo me persigno. Yo me animo a mirarlos a los ojos. Yo quiero que me cuenten su verdad infinita.
Porque hablan de nosotros. Hablan de mí.

Hablan. Investigan. Sufren.

Es simple. Formar parte de cambiar, de mutar. De no quedarse a mitad de camino de otras personas. Espero entiendas mi forma de desaparecer de la carne, de convertirme en una sombra, de formar parte, todavía, de esas propiedades abstractas que vos no dejaste de ser. Ni siquiera cuando estuve muerto, en tus brazos, y ahora, que te veo mientras me recordás, me alegra saber que todavía estoy con vida en tu memoria.

1 Comments:

Blogger Presentes Ausencias said...

Nunca me canso de leer estas cartas estremecedoras. Tan auténticas que tocan la emoción y no pasan de largo.

11:47 AM  

Post a Comment

<< Home