Wednesday, April 19, 2006

Tu halo


recorrer los detalles que olvidé te daban vida
aunque nunca me los hubieras mencionado
decirte, de nuevo, que me da placer verte bien
que cada noche es morirme cuando
sueño que el halo de tus palabras me cubren
cuando cae mi presión corpórea, cuando los ojos
ya no distinguen otra cosa más que ese
constante haberte encontrado
sin buscarte
en esas delgadas sombras

es como decir que nunca me abandonaste
es como saborear la lluvia cuando no puedes
dejar el rastro de una noche
por que tu cuerpo ya no es el de antes.

es recordar tu nombre en cualquier otro nombre
es buscarte en cualquier figura,
recorrer las calles a la espera
a tu espera

es vivir en tu halo, que en las noches me visita
es saber que ya sos parte de mi para siempre
es entender el final de lo eterno
diferencia entre para siempre
y nunca más.

Carta Nº1


Cambiar, mutar, quedarse a mitad de camino de una noche cerrada. Extender las manos para percibir eso, para buscar aquello que, dicen, cuentan, no existe.
No existe porque nadie lo ve: eso es verdad. Pero si yo lo percibo, si yo veo una sombra un poco más delgada. Si yo conozco su aliento. Si yo entiendo que me habla de una forma, de una manera tan particular… ¿Eso indica que yo habito en un sitio que no existe?

Eso indica que no (en verdad, decilo sin temores) existo.

Eso indica que vos no pudiste ver los sueños que yo sufrí, ni has tenido la realidad tan dulcemente perdida en una noche que no amaneció nunca.

Yo he visto esos seres. Yo soy esos seres. Yo me alimento de esos seres.
Yo me persigno. Yo me animo a mirarlos a los ojos. Yo quiero que me cuenten su verdad infinita.
Porque hablan de nosotros. Hablan de mí.

Hablan. Investigan. Sufren.

Es simple. Formar parte de cambiar, de mutar. De no quedarse a mitad de camino de otras personas. Espero entiendas mi forma de desaparecer de la carne, de convertirme en una sombra, de formar parte, todavía, de esas propiedades abstractas que vos no dejaste de ser. Ni siquiera cuando estuve muerto, en tus brazos, y ahora, que te veo mientras me recordás, me alegra saber que todavía estoy con vida en tu memoria.